Personas y personajes
Detesto la palabra rostro. Prefiero decirle cara a la fachada de los humanos porque nos sirve para muchas cosas: para dar la cara cuando se asume una responsabilidad; ponerla cuando hay que aceptar culpas; echar en cara cuando cobramos una deuda emocional; caérsenos cuando tenemos vergüenza; ponérsela al mal tiempo; sumarle pocos amigos; estirarla cuando hay tristeza… hasta existe una buena y una mala cara. Disfrutá el miedo que me da tomar estas fotos cara a cara con un desconocido.